sábado, 3 de mayo de 2008

No me resisto a perderte

No me resisto a perderte
después de tantos momentos;
después de tanto pasado
y de fuertes sentimientos.
Sé que te vas, que me dejas,
que abandonas a tu amado;
nunca encontrarás a nadie
te dé lo que te he dado…
y cuando me eches de menos,
recuérdame en la distancia,
y volverás a tener
el amor de nuestra infancia.
No dejaré que te alejes,
y, por mucho que me ignores,
nunca dejarás de ser
el amor de mis amores.

Cuantos momentos vividos;
cuantos momentos felices;
cuantos besos y caricias,
dolores y cicatrices.
Cosas buenas, cosas malas;
cosas que no olvidaré,
y aunque me vaya muy lejos
junto a mí te llevaré;
porque lo que se ha querido
con gran pasión infinita,
nunca morirá del todo;
el amor no se marchita
si quienes lo han disfrutado
con entrega y sin medida,
lo recuerdan con orgullo
para el resto de su vida.

Si necesitas volver
a tener lo que tuviste,
grita mi nombre, sin más,
y ya nunca estarás triste,
porque comprenderé entonces,
que quieres volver conmigo,
y al fin ya volveré a ser
algo más que un fiel amigo.
¡Vuelve pronto! ¡Vuelve ya!
Poco a poco me consumo;
y si pasa mucho tiempo
será todo tan oscuro,
que mi corazón rasgado
nunca volverá a querer,
y el no quererte de nuevo
ha de hacerme perecer.

No perderé la esperanza.
¡No me resisto a perderte!
Sólo dejaré de amarte
cuando me llegue la muerte.
Y, aún así, conservaré
todo el amor que te di.
¡No temas nunca, mi cielo!
¡Siempre velaré por ti!

Ahora que todo se acaba,
digo lo que siempre he dicho:
“LO MEJOR QUE ME HA PASADO
ES HABERTE CONOCIDO”

2 comentarios:

Sonsomar dijo...

Sigue así, Javier. Me encanta. Pero también duele.
Un beso

Artemis dijo...

Tan cierto es, pero muchas veces lo olvidamos: el amor no es posesión.Nadie nos pertenece...pero sí nos pertenecen los sentimientos que nos inspira esa persona, sí nos pertenecen los recuerdos que nos evoca su voz cuando la volvemos a oír después de meses, esa asociación inevitable que hacemos al casualmente oler un perfume cuando vamos por la calle...
Esa persona se podrá ir de nuestro lado, pero,por mucho que nos parezca lo contrario al cabo de los años, si cerramos los ojos rescataremos del recuerdo aquel atardecer, aquella canción, aquel momento...y que lo vivimos con esa persona, sólo con ésa, y que nadie podrá sustituirla por mucho que volvamos a amar...y comprenderemos que eso sí es nuestro y solo nuestro, y que seguirá con nosotros por siempre; que gracias a ello, somos quienes somos.
Me gusta tu poesía porque no emana amor posesivo, sino ese amor por la persona que, a pesar de ser conscientes de que no volverá, en realidad amamos tanto que comprendemos que debemos dejarla ir si esa es su voluntad...
Lo importante es recordar pero no estancarse en ello, y seguir construyendo nuestros futuros buenos recuerdos....adelante!!
Un abrazo